Si alguna vez tuvimos que hablar frente a una gran número de personas, quizás habremos experimentado esa horrible sensación que nos paraliza e inhibe completamente cualquier forma de expresarnos; esto es conocido como pánico escénico.
Una definición más precisa es brindada por Renny Yagosesky, escritor y orientador de la conducta, concibiéndola como una respuesta psico-física del organismo, culpa de pensamientos profundamente negativos y catastróficos sobre la situación real o imaginaria de hablar en público. Produce efectos en distintos niveles de nuestro ser, ya sea fisiológicos (escalofríos, nauseas, dolor de cabeza, alteración del ritmo cardíaco, etc.) como cognitivos (fallas de concentración, confusión mental, temor excesivo) o conductuales (tartamudeos, silencios largos, evasión de la acción que se debía llevar a cabo, etc.) Sin embargo, podemos seguir unos sencillos pasos para intentar mejor este problema.
Cómo vencer el pánico escénico
- Preparar lo mejor posible nuestro discurso, de esta manera no dejaremos lugar a que a las dudas se apoderen de nosotros y nuestro pánico escénico nos gane. Para esto nada es mejor que practicar, ya sea delante de un amigo, un familiar o incluso el espejo de nuestro cuarto de baño.
- Otra opción viable es ayudarnos mediante láminas o diapositivas. Esto nos permitirá guiarnos a la hora de exponer, además de evitar esa sensación de soledad que produce estar sólo frente a una audiencia.
- Mirar siempre al público pero a ninguna persona en particular , alternando la mirada entre personas ubicadas en distintos sectores para dirigirnos a todos los concurrentes.
¡Que ningún miedo se interponga en tu camino!
