La tos es un problema que podemos tratar nosotros mismos sin recurrir a la farmacia, a menos que sea crónica o presente algún síntoma extra (es importante en estos casos recurrir al médico). Con un correcto cuidado, como no tomar frío o no esforzar nuestra voz, y una serie de remedios que fabricaremos con elementos muy simples y comunes nuestra salud mejorará de manera rápida y efectiva.
Cómo hacer una medicina para la tos
La miel es esencial. Ya sea con té o con agua, está comprobado que ésta posee importantes propiedades para nuestro tratamiento. Una alternativa o en el mejor de los casos, un complemento a la miel es el limón. Chupar limón es un remedio muy popular para la tos, pero si deseamos algo menos osado hay tipos particulares de té que contienen miel y son particularmente deliciosos. Uno de ellos es el té de pimienta negra (una cucharadita de pimienta fresca y dos de miel más agua hirviendo) o incluso el té de tomillo, que es reconocido oficialmente como una alternativa para tratar este problema. Como dijimos anteriormente, todos estos tipos de té potencian su efecto si contienen miel y/o limón. Si no nos gusta el té y por alguna razón no queremos tomar la miel y el limón con agua, podemos mezclar ambos con aceite de coco y de esta forma obtendremos un «jarabe».
Podemos acompañar estos remedios con cuidados particulares como un baño de vapor o tomando mucho líquido. Cualquiera de estas medidas servirá para una pronta recuperación.