Podar un árbol es una tarea muy común, pero a simple vista no tan sencilla. Sin embargo, esa dificultad radica normalmente en el desconocimiento de ciertos trucos para una correcta poda. A continuación les explicaremos cómo hacerlo.
Cómo podar árboles
Podemos distinguir tres tipos básicos de poda:
De formación: Este tipo de poda debe realizarse en los primeros años luego de la plantación del árbol, para que la copa se sitúe en la distancia que queremos del suelo y las ramas no se distribuyan de forma aleatoria, otorgándole una forma correcta. Para realizar la poda de formación, debemos cortar cuidadosamente las ramas inferiores, y no cortar en demasía las ramas de los troncos para asegurar un mínimo de ramillas.
De manutención: Esta poda debe realizarse para eliminar hojas muertas, troncos secos u otras partes secas. Para cortar correctamente, nuestro corte debe ser a 45º para lastimar lo menos posible el tronco y facilitar su futuro crecimiento.
Excepcionales: No se recomienda por los especialistas, ya que consiste en eliminar la copa del árbol de manera total. Sólo en casos extremos se debe recurrir a ella.
Un mito muy común, pero no cierto, es que debemos podar nuestros árboles todos los inviernos. Esto no es así, a pesar de que es la mejor época, no es obligatorio. El hecho de podarlos todos los inviernos no logrará que crezcan ni más fuertes ni de una mejor forma ¡no gastemos tiempo en algo que no tendrá fruto alguno!
Siguiendo estos simples pasos, ya podrán podar correctamente el árbol que deseemos ¡Inténtenlo!