Los niños pequeños pueden llegar a ofrecer problemas en alguna parte de su infancia para evitar comer alimentos que le son de gran beneficio, pero que por su olor, forma o sabor no desean consumir. Esta etapa suele ser una de las más difíciles ya que los padres sueles desesperarse ante la negativa de sus hijos de consumir, aun cuando haya castigos o medidas muy drásticas. Lo mejor es tranquilizarse y seguir los siguientes consejos.
Sea paciente. Recuerde que el pensamiento de un hijo no se parece en nada al de un adulto que actúa en base a un razonamiento mucho más elaborado. No debemos caer en la desesperación porque sólo tomaremos medidas muy hirientes. Tengamos un poco de paciencia, nosotros también fuimos niños y pasamos por esa etapa.
La comida no debe ser un castigo. Está claro que los niños ofrecerán resistencia cuando se les obliga comer. Es mejor motivarlos y explicarles la importancia de consumir sus alimentos, tan sólo necesitamos de unas frases sencillas pero poderosas que alentarán a nuestros hijos a comer, como por ejemplo, “¿Qué te parece cenar una deliciosas verduras? Te ayudarán a que seas un niño muy fuerte”.
Platique por qué no quiere comer. Tal vez sólo tenga una mala impresión de las verduras y carnes por su aspecto. Explíqueles que es importante para su crecimiento, ¿qué tal una conversación con una gran sonrisa? Fortaleza la relación padre-hijos y coman juntos de forma amena.
Coman en familia. Evite a toda costa que su hijo coma sólo, no lo excluya. Al comer todos los miembros de la familia en la mesa a una hora determinada le da una gran importancia a los momentos familiares, logrando que el niño asocie los alimentos con momentos agradables.
¿Tiene hambre el niño? Tal vez ya ha comido unas horas antes y se siente satisfecho. Recordemos que los niños consumen menos alimentos que los adultos por su tamaño de estómago, pregúnteles si ya han comido algo antes, puede ser el causante de que ya no deseen comer.
Prepare postres para después de la comida. Recompense a los niños con un postre para después de comer de manera que se mantengan motivados. No los soborne, condiciones de forma dramática ni chantajee. Es importante que sea el postre sea un premio a su esfuerzo personal y no un acto obligado.