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Cómo cuidarse después del parto

Bebe y madre

De nuevo en casa, pero ahora con un precioso bebé al que debes atender constantemente. Pero primero debes recuperarte tú. El embarazo y el parto suponen un sobre-esfuerzo que exige un tiempo de adaptación. Durante los primeros días debes descansar y, además, enfrentarte algunas pequeñas molestias.

Bebe y madre

El cuidado de los puntos es esencial durante estos días. La episiotomía, el corte que se realiza en el periné para facilitar la salida del bebé, suele cicatrizar a los cinco o seis días. Durante este tiempo es debes mantener la zona limpia y seca. Es recomendable lavarla al menos tres veces al día con agua y sal y secarla bien, si es posible destapándola un ratito. Algunas madres emplean un abanico o un secador de mano con aire frío. No te sientes sobre un flotador ya que puedes provocar que los puntos se abran.

Si el parto ha sido por cesárea, los puntos de la herida también requieren mucha higiene. La herida suele cicatrizar al quinto día y los puntos se quitan hacia el octavo. Mientras tanto, deberás cambiar los apósitos con frecuencia. Como esta cicatriz necesita más vigilancia médica, será el ginecólogo o la matrona quienes te aconsejen sobre los cuidados que has de tener.

Después del parto estarás 30 o 40 días con una leve hemorragia vaginal. Los primeros días se expulsan los loquios, los restos que han quedado en el útero. Suelen ser de un rojo intenso pero a los pocos días toman un tono marrón o rosáceo. Es frecuente expulsar algún coágulo muy grande, pero al cabo de los días el flujo es mucho más suave. Tendrás que cambiarte frecuentemente de compresa y los primeros días es preferible emplear las de algodón puro. Los tampones no son recomendables durante el puerperio.

Los entuertos son molestos, pero necesarios. Se producen por las contracciones del útero que está recuperando su tamaño normal y se parecen a una contracción. Al dar de mamar se producen más, ya que cada succión del bebé libera una hormona, la oxitocina, que estimula las contracciones uterinas. Por eso, si das de mamar a tu bebé, el útero recuperará antes la normalidad. Y no te preocupes, desaparecen al cabo de cuatro o cinco días.

El estreñimiento es también muy frecuente durante los días posteriores al parto. Para evitarlo, bebe mucho líquido, zumos de fruta en abundancia, verduras, galletas y pan integral…¡ y olvida los bombones de las visitas!. En la medida de lo posible haz un poco de ejercicio, aunque sólo sea un corto paseo por tu calle.

¿Qué ocurre con la subida de la leche?

Los dos primeros días, el bebé tomará el calostro, una sustancia que le beneficia notablemente. Estos primeros momentos no son dolorosos, pero cuando se produce la subida de leche los pechos suelen congestionarse y a veces doler intensamente. Para aliviar estas molestias puedes dar el pecho más a menudo pues cuanto menos chupe el niño, más congestión tendrás. También calma ducharte antes de cada toma o aplicar paños calientes sobre el pecho. También es posible que te duelan los pezones ya que tienen que endurecerse poco a poco. Procura relajarte mientras le das de mamar y si observas que han aparecido grietas puedes aplicarte alguna crema especial y mantén muy secos los pezones.

Seguro que además de todos estos pequeños trastornos te encuentras muy cansada. Es lógico que lo estés. El parto es un esfuerzo enorme, te faltan horas de sueño y la tensión de los primeros días y, por qué no, el agobio de la visitas, contribuyen a tu agotamiento. Ahora tendrás que aprender a dormir a cualquier hora, aprovechando las siestas del bebé, y no dudes en pedir ayuda a tus familiares o amigos. lo primero es el bebé, luego tú y, al final de la lista, la casa.