¿A quién no le han hecho alguna vez un regalo, con el cual no sabe que hacer? Hoy en día existen muchas alternativas para deshacerse de un regalo no deseado: devolverlo, regalárselo a un tercero, venderlo en algún sitio…etc.
Sabemos que en muchas ocasiones, nada de eso es posible, ya que son cosas que vienen de nuestros familiares más directos y casi por obligación, tenemos que ponerlas en algún lugar visible de nuestro hogar.
Así que, si vuestra tía (aquella que solo veis en navidades) os regala algo como por ejemplo, un puzzle, no desesperéis intentando quitároslo de en medio por todos los medios, nosotros os aconsejamos que le deis una oportunidad y os animéis a hacerlo.
Lo se, ponerse a armar un puzzle (de las piezas que sea), sin haber hecho nunca uno, puede parecer una tarea casi imposible, pero realmente es más sencillo de lo que parece y seguro que os sirve para pasar un rato entretenido.
¿Qué es lo que debemos tener en cuenta?
Para aprender a montar un puzzle y no morir en el intento, lo primero en lo que tenemos que concentrar nuestra atención es en el número de piezas que tenga y el lugar donde vamos a realizarlo (normalmente podemos usar una mesa normal y corriente)
Lo mejor para comenzar, es que busquemos todas las piezas que forman parte del marco, fácilmente reconocibles por que tienen uno de sus lados rectos. Terminado este paso, queda lo que puede parecer más complicado, ya estamos en disposición para comenzar con el interior del puzzle.
Para hacernos la vida más fácil, podemos clasificar el resto de piezas por colores, formas o partes del dibujo, poniendo las piezas en cualquier cosa que tengamos a mano.
Si ponéis empeño y paciencia, fundamental no forzar las piezas ni encajarlas donde no corresponda, estamos seguros de que conseguiréis terminarlo con éxito.