En la actualidad el comunismo ha quedado un poco relegado en la práctica política, pero años atrás se disputaba junto con el capitalismo la dominación del mundo. Nació desde una teoría que bregaba a favor de los derechos de los obreros y de la clase trabajadora, pero resultó luego ser en la práctica un sistema que desfavorecía por igual a todos. Durante casi todo el siglo XX fue la forma de gobernar de países como Rusia, China y otras naciones de la parte Este del planeta, pero hoy por hoy sólo queda como un partido opositor que no ofrece demasiadas opciones de gobernabilidad.
Cómo entender el comunismo
Mientras que el capitalismo pregona por una libertad de mercado, donde las empresas serían las que tomen la rienda de la economía y el Estado sólo las acompañará, el comunismo quiere lo contrario. Busca que sea el Estado nacional el que controle y maneje todos los hilos de un país, desde la economía, pasando por la educación y la cultura, y también los medios de comunicación. Lo que busca el comunismo en términos económicos es abolir el derecho de la propiedad privada y que todo el capital y la plusvalía sean del pueblo por igual. De esta manera, no habría pobreza y todos los recursos servirían para satisfacer todas las necesidades. Sin embargo, este sistema no fue menos corrupto que los demás, y cayó por su propio peso en la mayoría de los países donde se aplicó. De todas maneras, el comunismo dejó una gran filosofía en el mundo.