Seguramente, te estarás haciendo infinitas preguntas sobre aspectos que no tienes del todo claros en relación al seguimiento de una dieta. Desde nuestra página, te adelantamos algunas respuestas. Aunque, como sabes, para obtener una mayor información deberás acudir a tu dietista o nutricionista. Ella o él conoce mejor que nadie aquello que más te conviene. Ante todo, siempre lo hemos dicho, no juegues con tu salud.
Para perder peso no es necesario renunciar definitivamente a ciertas delicias que te vuelven loco/a, ni mucho menos dejar de comer de forma categórica. ¿Deseas salir ya de dudas? Pues vamos a despejarte algunas de ellas.
Primer paso, información y control
Totalmente imprescindible, antes de iniciar una dieta debes consultar a una persona especialista que, después de estudiar tu caso concreto, confeccione un régimen adecuado a tus necesidades y, además, controle periódicamente tu peso y el estado general de tu organismo. No se trata en absoluto de ningún capricho. Someterte a una dieta por tu cuenta puede resultar muy peligroso. Sigue sus recomendaciones.
¿Pescado o carne?
Tanto una cosa como la otra, pues las proteínas de ambos alimentos son necesarias. Aunque… es conveniente que comas más pescado que carne, ya que tiene menor cantidad de grasa, por muy magra que ésta sea. Cocínalo a la plancha o hiérvelo. Puedes tomar tanto pescado blanco como azul.
Cuando comas carne procura que sea de pollo o de pavo y quítale siempre la piel.
¿Es suficiente con tomar una única comida al día?
¡Por supuesto que no! Si quieres adelgazar de forma equilibrada y sin llegar a desestabilizar tu metabolismo, lo más recomendable es que repartas la comida que debes ingerir durante el día en cinco o seis tomas.
Hazlas coincidir con el desayuno, el tentempié de media mañana, la comida, la merienda y la cena. La clave se encuentra en tomar poca cantidad de forma continua.
¿Ni un gramo de azúcar?
No tienes porqué eliminarla completamente de tu dieta, aunque es recomendable que disminuyas de forma importante su consumo. El azúcar, además de engordar, abre el apetito de manera considerable, lo que no te ayuda en absoluto a conseguir tu objetivo prioritario: perder peso. Toma la cantidad que tu cuerpo necesita para que no se resienta. Si lo deseas, puedes ingerir lactosa en su lugar.
¿Tienes que despedirte definitivamente de los dulces, pasteles y bombones?
La respuesta es no, siempre y cuando actúes con moderación. Recuerda que una dieta demasiado drástica puede tener consecuencias negativas sobre el organismo.