Generalmente muchos usuarios consideran que el navegador de internet Explorer es lento en la carga de las páginas, por lo que algunos optan por navegadores como Google Chrome o Firefox. En el caso de que se decida seguir utilizando el navegador de Microsoft, existen algunas recomendaciones para aprender a acelerar la velocidad de navegación que por lo general no llevan mucho tiempo hacerlas.
Lo primero es quitar todos los complementos extras en el navegador que no hacen más que ralentizarlo. Para eliminar cualquiera de ellos basta con hacer clic en el menú Herramientas y después seleccionar Administrar complementos, luego de lo cual se mostrara una lista con los complementos instalados y simplemente desactivar todos los complementos que no se quieran utilizar.
También es posible cambiar la configuración para que el navegador no compruebe si hay nuevas versiones de los sitios almacenados en cache. En este caso hay que dirigirse a Opciones de internet, también en el menú Herramientas y después acceder al Historial de navegación y a continuación hacer clic en Configuración. En Archivos temporales de internet, se deberá seleccionar la opción de Nunca, que significa que no se van a sincronizar las páginas en cache y la navegación será más rápida.
Por último, también se puede acelerar internet Explorer ordenando la lista de Favoritos y eliminando cualquier enlace que ya no se utilice. Esto es porque un gran número de páginas guardadas como favoritos, pueden tener un impacto negativo en la velocidad del navegador y hacerlo más lento. También es recomendable no instalar barras de herramientas de otros servicios que saturan la interfaz del navegador y hacen mucho más lenta la carga de las páginas.
Y aplicando estos sencillos pasos descritos anteriormente habrás aprendido lo sencillo que puede ser acelerar Internet Explorer, aunque consejos parecidos serían aplicables tanto al Navegador Firefox como a Google Chrome
