Siempre que pueda tenga un «colchón financiero»
En ocasiones algún imprevisto, como un problema dental, la reparación del auto o un despido, hace trizas su presupuesto. Para evitar que estos incidentes se conviertan en una deuda, necesita contar con un pequeño “colchón” depositado en una cuenta o lugar de acceso inmediato.
Pero ¿de qué tamaño debe ser su colchón? Calcule sus gastos mensuales y multiplique el total por tres. El resultado es el mínimo con el que debe contar en caso de que le surjan algunos imprevistos financieros.
Esconda su tarjeta de débito
Todo el tiempo estamos haciendo compras impulsivas, desde un paquete de chicles en la fila del súper hasta un disco compacto con el último reencuentro de una banda pasada de moda. ¿Cómo evitar que la cuenta bancaria sufra esta hemorragia monetaria?. Esconda su tarjeta de débito en algún lugar de su casa, o bien, sea más radical y destrúyala. Ya que con el dinero en efectivo somos más conscientes de los gastos que realizamos
Póngase en su nómina
Siempre llega un momento en el mes cuando se empiezan a amontonar las cuentas y usted tiene que hacer un verdadero esfuerzo para sentarse, analizarlas y ver cómo las va a pagar. Cada mes o mejor, cada quincena, asegúrese de separar una cantidad fija para invertirla. Una buena cifra rondaría el 10%. De ser necesario, incluso puede expedir un cheque o depositar el monto en otra cuenta a su nombre. De la misma forma en que nunca deja de pagar el recibo de la luz, el teléfono, tampoco deje de pagarse su sueldo.
Elabore un presupuesto bien pensado, y respételo
Los presupuestos son el primer paso para alcanzar cierto orden en las finanzas del hogar, por lo que se sugiere seguir un plan de seis pasos:
- No pretenda elaborar todo su presupuesto de una sola sentada. Tómese unos cuantos días y divida el trabajo en partes manejables.
- Calcule todos sus ingresos, incluyendo sueldos, intereses y regalos.
- Calcule todos sus gastos, y hágalo cuidadosamente, sin importar si le toma 3 días, una semana o un mes.
- En una hoja de trabajo destinada a llevar su presupuesto, escriba los totales relativos a sus ingresos y egresos.
- Ingénieselas para ver si puede hacer ciertos ajustes, ya sea saldando su deuda o incrementando sus expectativas de ahorro.
- Relea su presupuesto con los nuevos totales y péguelo en varias partes de la casa, por toda la casa, de hecho: no vaya a ser que se olvide de que está viviendo dentro de un presupuesto familiar.
Asigne una porción a cualquier ingreso inesperado
Cuando lo sorprenda un ingreso que no esperaba, un bono, un regalo o el pago de un trabajo extra. Utilice la regla de los tercios para determinar su destino:
Un tercio para el pasado: Utilice un tercio para pagar su deuda.
Un tercio para el presente: Haga una mejora en su hogar o cómprese algo que usted desee.
Un tercio para el futuro: Invierta de inmediato otro tercio en un plan de ahorro.